martes, 16 de junio de 2009

LA VIDA DE NIÑOS

Contar la vida de niños, lo que podemos contar yo la cuento con cariño y mucha humildad. Yo tenía un trajecito pero uno solo nada más, que me lababa mi madre y siempre solia estrenar, y mi madre me decia: -Tratalo con mucho esmero que te tiene que durar. Despues ya fuy mayorcito y trabaje sin cesar, ayude mucho a mi madre, me enseño a no derrochar, pues eramos cinco hermanos que creo con humildad, dandonos a cada uno los que no podia dar, aunque alguna vez nos falto hasta la comida y el pan. Por eso en estos momentos, sabemos agradecer lo que a nosotros nos sobra y a nuestros hijos tambien.
Y si nuestros hijos piensan en lo que hemos pasado, nos sabran agradecer la vida que hemos dejado, porque pensando siempre en ellos asi la hemos labrado.
Y ahora es la tercera edad, pues tambien nos hemos ado cuenta que el arroz se nos ha pasado, disfrutemos de los nietos que transmiten juventud. No tenemos que educarlos, que los eduquen los padres. Nosotros jugar con ellos y darles mucho cariño, y si ellos lo desean darlos algun que otro achuchon divino, y lo escribe una persona que nunca pudo ser niño, ni tenia unos juguetes, ni tampoco unos vestidos, solo tenia en la vida grandes dosis de cariño, y de esfuerzos en la vida que siempre sabre agradecer, lo que trabajo mi madre para darnos de comer.
Los niños que todo tuvieron nada tienen que contar, seran unos infelices sin vivir la realidad. Ahora que somos mayores lo podemos recordar y a mis hijos y mis nietos recordarles lo vivido, ellos saben escuchar.
Clemente González García

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