jueves, 17 de julio de 2008

MAESTRO....EL TRABAJO DE MI VIDA




La Enseñanza siempre ha sido el ideal de mi vida. Ya estudiando bachiller, durante los veranos, ayudaba a hijos de nuestros vecinos en sus materias suspendidas (hoy pendientes de recuperación).

Así que cuando terminé el bachiller ya tenía mi decisión tomada. Estudiaría Magisterio.
Comencé la carrera y sin proponérmelo me encontré estudiando y dando clases a domicilio.
La profesora de literatura me propuso si quería enseñar a su hijo a leer y escribir no teniéndome que preocupar de un horario fijo sino el que en el momento me cuadrase, pues Juan siempre estaría en casa esperándome y yo acepté encantado.

Entonces me alegré y ahora al recordarlo mucho más pues ha sido una familia con la que siempre he mantenido lazos de amistad. Hace ya tiempo, estando con mi familia en la playa de Santoña, veíamos como en un extremo hacían prácticas un pelotón de soldados. En un momento de descanso vimos que se dirigía a nosotros el teniente que no era otro sino Juan que venía a saludarnos y que siempre tiene en cuenta que yo fui su primer maestro.

Cuando terminaba las clases, a las ocho, me iba a ayudar en las tareas a dos muchachos que estudiaban bachiller. Cuando llegaba a casa, sólo tenía ganas de cenar y acostarme.
Así fueron transcurriendo los tres cursos de Magisterio, dando clases a domicilio durante el curso y en casa durante el verano.

Cuando terminé Magisterio solicité una plaza de interino. Esta me fue concedida al próximo Enero y marché a Dosbarrios como maestro. En mis ratos libres estudiaba para hacer la Oposición que conseguí aprobar. Al curso siguiente me dieron Añover de Tajo. Allí estuve hasta los primeros días de marzo en que tuve que cesar para irme a la mili a Sidi Ifni.

También en el Ejército ejercí como maestro enseñando a leer y escribir a tantos compañeros como pude. Aunque como anécdota diré que al hacerme la ficha me preguntaron nombre y apellidos, profesión y si sabía leer y escribir.

Terminada la mili recorrí varios pueblos de maestro Yeles, Villamiel, Gerindote y por fin me dieron la plaza en propiedad en Peñaparda (Salamanca). Allí permanecí un curso. Concursé y me dieron Santa Olalla donde estuve seis cursos. Hasta aquí la vida en los pueblos se desarrollaba dando las clases en los horarios oficiales y dando clase particulares en los tiempos libres.

En septiembre de 1973 llegué a Torrijos y aquí he permanecido como maestro hasta el 2004 en que me he jubilado.
Sigo viviendo en Torrijos y aunque ya mi tarea principal es dedicarme a mis aficiones no dejo siempre que tengo ocasión de ayudar y enseñar a quien me lo pide.






Jesús Pazos

4 comentarios:

Anónimo dijo...

He estado viendo el blog de mayores, y está fenomenal!!! Mis mayores FELITACIONES a tí y a tus NIÑOS GRANDES. me parece sensacional lo que haces con ellos, porque en verdad, no importa la edad que uno tenga para intentar hacer algo. Y es más, los mayores tienen más vivencias que los jóvenes y de ellos podemos aprender muchísimas cosas, porque la vida es lo que da la experiencia y la sabiduría.
Me encantaria, amiga, que les felicitara de mi parte, y que sigan escribendo en ese maravilloso blog, porque yo seguiré leyendo esas magistrales obras de arte, plasmadas en literatura.
Besotes muy grandes.

Anónimo dijo...

Fuí una alumna suya en el Colegio de Torrijos hace 32años y siempre le he recordado como una persona de muy buen enseñar y con mucho don de palabra,es de los profesores de toda la vida al igual que Paqui su mujer.Muchas gracias por todo lo que me enseñó y me formó como persona. Un saludo

Anónimo dijo...

Tenemos ante nosotros a un verdadero MAESTRO. Sí, de los que se incluyen en la etimología latina del término: "el que enseña". Y Jesús es de los que enseñan y siguen enseñando. Sigue así. Quienes hemos tenido la fortuna de conocerte, sabemos con qué ilusión has trabajado y el gran corazón, esfuerzo y sacrificio generoso que has puesto en todo aquello que has realizado. Yo lo he comprobado. Te mando un fuerte abrazo desde las tierras tormesinas.

Anónimo dijo...

También fue mi maestro y recuerdo esa etapa escolar con mucho cariño.Me gustaban aquellos cuentos de Azulín y Azulete, esas gotitas de agua, que siempre nos leía al comenzar la mañana y las historias de la Biblia, como la de José, que nunca olvidaré.
Quiero que este comentario sea un sencillo pero cariñoso homenaje a toda tu vida, dedicada a la enseñanza. Gracias Papá, por todo lo que he aprendido y sigo aprendido de ti, en el colegio, en casa ... porque no sólo has sido maestro en la escuela, sino maestro para la asignatura más dificil, la Vida. Gracias porque en tí, desde pequeña he tenido un modelo a seguir. Muchos besos