Cuando nuestra profesora nos propuso hacer un pequeño periódico en el que los mayores diéramos nuestra opinión, a mí me pareció estupendo, por eso me puse manos a la obra y traté de hacer un artículo de opinión, que me pareciese interesante.
El otro día en televisión oí las nuevas leyes que nos quieren implantar, en este caso particular: la eutanasia. ¡No sé donde vamos a llegar! Si esto sigue y lo aprueban estos descerebrados, no es de extrañar que, cuando un viejo esté enfermo y cueste dinero de más a la seguridad social, nos pongan una inyección y nos manden para otra vida.
Juan Pablo II en su encíclica “El Evangelio de la vida” define la eutanasia como: “Adueñarse de la muerte, procurándola de malo anticipado y poniendo así fin dulcemente a la propia vida o a la de otro” La considera como “una cultura de la muerte que se ve en las sociedades del bienestar, caracterizadas por una mentalidad eficientista, que va en contra de los ancianos y los más débiles, caracterizadas como algo gravoso e insoportable”.
Para un católico, como yo, no hay dudas; la eutanasia no es aceptable, tratándose de matar a un inocente. Un cristiano coherente se sabe hijo de Dios y en él confía, también para la hora de la muerte.
La eutanasia supone suprimir intencionadamente la vida y es calificada de crimen por el derecho.
El otro día en televisión oí las nuevas leyes que nos quieren implantar, en este caso particular: la eutanasia. ¡No sé donde vamos a llegar! Si esto sigue y lo aprueban estos descerebrados, no es de extrañar que, cuando un viejo esté enfermo y cueste dinero de más a la seguridad social, nos pongan una inyección y nos manden para otra vida.
Juan Pablo II en su encíclica “El Evangelio de la vida” define la eutanasia como: “Adueñarse de la muerte, procurándola de malo anticipado y poniendo así fin dulcemente a la propia vida o a la de otro” La considera como “una cultura de la muerte que se ve en las sociedades del bienestar, caracterizadas por una mentalidad eficientista, que va en contra de los ancianos y los más débiles, caracterizadas como algo gravoso e insoportable”.
Para un católico, como yo, no hay dudas; la eutanasia no es aceptable, tratándose de matar a un inocente. Un cristiano coherente se sabe hijo de Dios y en él confía, también para la hora de la muerte.
La eutanasia supone suprimir intencionadamente la vida y es calificada de crimen por el derecho.
La lamentable experiencia que vamos teniendo donde se tolera, aconseja no permitir más el asesinato por compasión.
La eutanasia a mi parecer, tendría que ser un tema tratado por todo el pueblo, que decidiera como soberano, sobre sus seres queridos, a través de una consulta general, por ejemplo un referéndum o algo por el estilo.
¿Aplicarán los políticos que aprueben esta ley la misma medida para con sus seres queridos?
La eutanasia a mi parecer, tendría que ser un tema tratado por todo el pueblo, que decidiera como soberano, sobre sus seres queridos, a través de una consulta general, por ejemplo un referéndum o algo por el estilo.
¿Aplicarán los políticos que aprueben esta ley la misma medida para con sus seres queridos?
Maruja García Díaz - Palacios
4 comentarios:
sobre la eutanasia se discrepa
mucho yo creo que cuando en una
familia hay una persona que quieres
con toda tu alma y la ves de sufrir
dia tras dia ves como implora que
dios se acuerde de ella que ha
perdido toda su intimidad y su
orgullo como ser y como persona pues tu como persona quela quiere
tanto lo aplicaria para acabar con
el sufrimiento.
pienso que cada persona tiene derecho ha decidir lo que desea hacer con su vida ,nadie tiene que decidir por otra persona y respetar su decisión.cada uno cargue con su conciencia pensando en el derecho a la vida.
yo reconozco que como todas las cosas hay vivirlas y cuando una persona quiere dejar de vivir como tiene que estar hay que rrespetar a cada uno asi pienso yo
Yo he estado siempre y estoy en contra de la Pena de Muerte -fea palabra- y ahora estoy por supuesto encontra de la Eutanasia, siempre que esté como se pretende imponer por Ley, ¿por qué?, pués muy fácil, por que sólo se nos aprivará o moriremos los pobles, ya que los ricos y poderosos se libran de todas esta Leyes, por supuesto para mi antipáticas.
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