Mi abuelo me pasea, mi abuelo me da agua, mi abuelo me ha enseñado mis primeras palabras.
Junto a los pinos verdes, junto a las aguas claras me enseño las ardillas como suben y bajan.
Mira como en los chopos los pajarillos cantan mira aquellas rocas en las que yo goteaba.
Mi mamá no podía, mi mamá trabajaba, mi abuelo me dormía, mi abuelo me arrullaba. Yo le decía riendo: abuelo, canta.
Vamos a ver las truchas como saltan y nadan creo que a mi abuelo se le cae la baba. Cuando del rio se lo contaba a mi mamá.
Abuelo, como suena el ruido de las aguas mira caen desde arriba de esa garganta que canta cuando camina ya lentas las aguas se vuelven mansas. Me he mojado.
Eso no pasa nada. Cuando yo era pequeño yo también me bañaba. Se está haciendo muy tarde vámonos para la casa.
Por un camino precioso de verdes olivares yo siempre quisiera estar en el pueblo de Torrijos.
Trabajadores y humildes mis paisanos así son simpáticos y hospitalarios te llegan al corazón.
En Torrijos que es mi pueblo yo me quiero quedar con su pasado y presente con su luz y con su paz y el calor de su gente que a mí lado siempre están.
Despertar cada mañana con la fe que es infinita y estar siempre muy cerca de nuestra imagen querida por todos nuestros paisanos.
Torrijeños nuestro Cristo de la Sangre.
Junto a los pinos verdes, junto a las aguas claras me enseño las ardillas como suben y bajan.
Mira como en los chopos los pajarillos cantan mira aquellas rocas en las que yo goteaba.
Mi mamá no podía, mi mamá trabajaba, mi abuelo me dormía, mi abuelo me arrullaba. Yo le decía riendo: abuelo, canta.
Vamos a ver las truchas como saltan y nadan creo que a mi abuelo se le cae la baba. Cuando del rio se lo contaba a mi mamá.
Abuelo, como suena el ruido de las aguas mira caen desde arriba de esa garganta que canta cuando camina ya lentas las aguas se vuelven mansas. Me he mojado.
Eso no pasa nada. Cuando yo era pequeño yo también me bañaba. Se está haciendo muy tarde vámonos para la casa.
Por un camino precioso de verdes olivares yo siempre quisiera estar en el pueblo de Torrijos.
Trabajadores y humildes mis paisanos así son simpáticos y hospitalarios te llegan al corazón.
En Torrijos que es mi pueblo yo me quiero quedar con su pasado y presente con su luz y con su paz y el calor de su gente que a mí lado siempre están.
Despertar cada mañana con la fe que es infinita y estar siempre muy cerca de nuestra imagen querida por todos nuestros paisanos.
Torrijeños nuestro Cristo de la Sangre.
Bautista Gallardo
No hay comentarios:
Publicar un comentario