lunes, 15 de junio de 2009

HISTORIA ANTIGUA DE LOS PASTORES

Estaba un pobre pastor, sentadito en su majada, volvió la cabeza y vio una loba en la montaña.
-¡Detente loba, detente! Y no ataques mi majada, que tengo siete cachorros y una perra muy educada.
Pero la loba bajó y cargó una cordera blanca, los cachorros que la vieron tras ella salieron y a poco les dio la cara.
-¡Tomad la cordera, viva y sana!
-No queremos la cordera de tu boca manoseada, que queremos la pellica para el pastor una zamarra, los dientes para silbatos, para los hijos del amo, las muelas para peinetas para una recien casada, el rabo para un garrote para arrear a las cabras.
Los cachorros muy contentos por cumplir con su deber vuelven a su majada.
El pastor todo agradecido los tiene una cena doblada: Dos calderos de leche y otros dos de cuajada.
Y aquí termina la historia de estos perros y pastorcitos, que para poder vivir, tiene que jugarse el tipo.
Bautista Gallardo Pérez

1 comentario:

Anónimo dijo...

me ha gustado mucho esta poesia, cuento o como queramos llamarlo, me recuerda a mis tiempos de joven, cada vez que vea a un pastor recordare esto