lunes, 29 de noviembre de 2010

Viaje a Albacete "Por Jesús Pazos"


Si es grato conocer España a través de los viajes no lo es menos conocer nuestra comunidad “Castilla La Mancha”, ya que viviendo en ella, es imperdonable desconocer alguna de sus ciudades. Esto nos ha motivado a viajar hasta Albacete, ciudad que sólo conocíamos de paso.
Albacete no es una ciudad en la que abunden edificios históricos aunque tiene varios vestigios de la antigüedad, pero sí llama la atención su gran extensión, llanura y modernidad con grandes avenidas, altos edificios e innumerables comercios además de sus cuidados parques y jardines.
Fue en el siglo XIX cuando se convirtió en capital de la provincia.
Nos sorprendió su bonita catedral de San Juan, recientemente restaurada y con gran luminosidad destacando sus bellas pinturas murales que nos muestran la historia de la Salvación.
En la capilla del Santísimo se encuentra la Patrona de la ciudad, Nuestra Señora de los Llanos que como dato especial “preside la Feria de Albacete” desde su capilla en el recinto ferial donde es colocada la imagen por la Sra. Alcaldesa.
Precisamente están celebrando este año, el tercer centenario de la Feria que tiene un recinto especial que se denomina “La sartén”.
No podemos abandonar la capital sin hacer mención a la navaja albaceteña que desde el siglo XVI forma parte de la producción artesanal del lugar. En el museo de la cuchillería que merece la pena visitar, se descubren la variedad de navajas de diferentes procedencias y épocas así como su variedad en formas. Se puede aprender el proceso de fabricación y las partes que la componen.
De la rica carta gastronómica tengo que mencionar el gazpacho manchego” plato caliente formado por una salsa en la que están sumergidos una delgada torta de pan troceada y pedazos de carne de caza, todo ricamente sazonado.



De la Provincia visitamos:
CHINCHILLA DE MONTEARAGÓN, ciudad histórica, cabeza del marquesado de Villena y capital de la provincia hasta que pasó a serlo Albacete. Es un pueblo medieval. En lo alto se alza el castillo, en la parte baja el convento de Santo Domingo en cuyo claustro se celebran el festival clásico de Chinchilla de mucho renombre. En la plaza mayor están el templo de Santa María del Salvador y el Ayuntamiento.

ALMANSA, ciudad llana, señorial y con buen comercio que se extiende a los pies de su altivo castillo, que subimos hasta la torre del homenaje recorriendo su recinto inferior, patio de armas y recinto segundo.

La subida era difícil sobre todo para nosotros pues además de ser los escalones muy desiguales, algunos eran muy altos y se echa en falta una cuerda o pasamanos para poder agarrarse ya que sólo se disponía de la pared y era una temeridad. El ascenso a la torre del homenaje era por dos tramos de una estrecha escalera de caracol. A pesar de estos inconvenientes las vistas eran espectaculares y en el descenso la silueta del conjunto desde distintas perspectivas eran admirables.
Junto al castillo se levanta el Ayuntamiento en el hermoso palacio de los condes de Cirat “La Casa Grande” cuya portada barroca llama la atención y en su interior el patio porticado.
Al lado se encuentra la iglesia parroquial de grandes dimensiones y del siglo XVI dedicada a la Asunción aunque en la portada principal además se ve la Anunciación. Allí se encuentra la Patrona Nuestra Señora de Belén que pasa el invierno en este templo y que en mayo es llevada a su ermita a varios km del casco donde la celebran las romerías.
Mereció la pena el viaje aunque a veces el tiempo no acompaña pero siempre se traen interesantes recuerdos y un deseo nuevo de seguir explorando otros lugares.
Jesús Pazos

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